La experiencia tal y como fue descrita, resultó una “efusión del Espíritu Santo”...
La Parroquia se vistió de la presencia laical, y con eso reforzó su camino sinodal.
Agradecemos al Dios de la Vida y al Pueblo de Dios que nos ha acompañado en este largo pero agradable camino...
Fue evidente el gozo de los feligreses al volver a ver a algunos misioneros claretianos que han sido miembros de la comunidad parroquial.
Se hizo constar a través de la develación de una placa por parte del Provincial y el Vicario General...
Es un verdadero orgullo ser parte de la historia y conocer de propia mano a grandes hombres de fe como lo son todos los Misioneros Claretianos.